Se trata de un periodo en el que aparecen cambios físicos acompañados de búsqueda de identidad y cierta necesidad de independencia. Podrás observar que quieren salir con amigos, ir solos a determinadas cosas, elegir más su ropa, tener móvil propio, acostarse más tarde… El estado de ánimo puede oscilar, de repente están muy felices o muy enfadados o tristes. Se desarrollan a nivel sexual, apareciendo curiosidad y búsqueda de sensaciones. Además claro está, cada vez hay más temas que no cuentan a los padres y parece difícil hablar con ellos, muchas veces respondiendo con monosílabos. En este momento además tienen que tomar decisiones importantes para su futuro. Los adolescentes digamos que en cierta medida, pierden la ingenuidad infantil y viven con mucha más intensidad sus emociones. (Leer artículo)
¿Dónde se coloca entonces la tarea del adolescente? Erikson la definió como la de establecer un fuerte sentido de identidad, que incluye la separación de la familia de origen, la iniciación de la intimidad y la planificación realista para la independencia económica.