La psicóloga infantil y perinatal, Raquel Huéscar, explica que la mayoría de los padres quieren lo mejor para sus hijos y en este caso depositan en la tecnología una ayuda para sentir que cumplen su obligación como padres. “El autor Richard Ling habla de una correa digital a través de la cual intentamos mantener un control y tener seguridad sobre nuestros hijos con dispositivos electrónicos. Esto representa una utopía porque genera una falsa sensación de seguridad. La realidad es que no podemos tener a los hijos permanentemente controlados”, explica.
Estamos ante un dilema moral, según la psicóloga. “Colisiona con el respeto a la privacidad de los niños. Y las consecuencias afectan a su desarrollo: el niño pequeño sabe que papá está viendo donde está, así que eso puede hacerle no ser consciente de los riesgos y no aprender a reconocerlos. Nos faltan estudios a largo plazo para poder confirmarlo”, asegura.
Aquí podéis ver el reportaje completo y el vídeo en el que se explica.
http://cadenaser.com/ser/2018/12/10/sociedad/1544427224_935461.html