Hay una frase que me encanta de Donald Winnicot, un psicoanalista que trabajó mucho sobre el mundo infantil:
La vida es un camino de la dependencia total a la independencia total.
Y, para recorrerlo, es fundamental el papel que desempeñan papá y mamá.
Y es que el lugar de los padres es encontrar una mano que acoge, acompaña, consuela y ayuda; pero también aquello que anima, alienta y se alegra con los éxitos y experiencias de los hijos. Por supuesto los padres perfectos no existen, pero con ser «suficientemente buenos bastaría».
Con la psicoterapia de padres podemos hablar y reflexionar de los lugares, de cómo os encontráis en ellos, de vuestros acuerdos y desacuerdos, de la mirada al lugar de vuestros propios padres y de aquello que se repite o que se contradice.
Un espacio para explorar sin sentirse juzgado.