¿Sabes en que momento se encuentra tu relación? ¿Habéis entrado en otra fase y no tienes claro cómo manejarte en ella? ¿Piensas que la pasión se ha agotado y no puede resurgir? Descubre el ciclo natural de vida de la pareja y las claves para activarlo en cada momento.
Cada pareja es única y el entorno y las circunstancias juegan un papel importante, pero existen algunas etapas o crisis de crecimiento que podríamos considerar comunes a la madurez de las relaciones. ¿Te apetece conocerlas?
Luna de miel o simbiosis
“El amor, es el olvido del yo” Henry Frederic Amiel
En este periodo al igual que los bebés se encuentran en fusión con la madre, los enamorados entran en un proceso de fusión caracterizado no criticar al enamorado. Se establecen los límites que les separan del entorno y desarrollan los sentimientos de pertenencia. Hacer cualquier cosa resulta fácil, no hay conflicto y parece que todo fluye de forma sencillísima.
El primer cambio surge quizás cuando uno de los miembros manifiesta su deseo de hacer algo por separado, generando con ello la inseguridad en el otro.
Consejo: Esta fase tiene una enorme importancia porque es en la que se sentará la base sólida de la relación, en la que se desarrollará la confianza y el compromiso. Es importante en esta etapa dedicarse tiempo en exclusividad.
Entrando en crisis. Fase de diferenciación
“No existe el amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es dejarlo vivir libremente”. Anónimo
Algunas parejas se aferran a la fase de fusión. Alguno de los síntomas es el énfasis en el nosotros por encima del yo. Tendréis a vuestro alrededor parejas que visten igual, hablan igual y que es imposible quedar con alguno de ellos por separado. Cuando uno de los miembros se aferra a este período, manifiesta un fuerte sentimiento de abandono cuando realizan alguna actividad por separado. Puede pensar que ya no es querido, que hay otras cosas más importantes…
En esta crisis, es fundamental la negociación con el otro, desde la armonía y el humor.
Esta etapa, en muchas ocasiones, viene de la mano del desgaste de la convivencia, y se descubre que el otro no puede ser todo para uno que la felicidad debe ser buscada en la vida por uno mismo, ya que el otro no puede serlo todo para mí, que en algunas cosas me frustra.
Esta fase comienza ante la decepción por las faltas atribuidas al otro, que en muchas ocasiones objetivamente no ha cambiado. Lo que ha cambiado es nuestra idea interiorizada de la idealización de la pareja, que no cumple las expectativas que teníamos en ella depositadas.
Consejo: La mejor manera de superar esta etapa es reconociéndola. A menudo muchas personas se sienten culpables por afirmar las diferencias y no desear pasar tanto tiempo juntos o bien entran en bucle tratando de descubrir que les ha pasado, porque no es como antes. Lo más importante es asumir que la pareja se encuentra en otro momento y es importante redefinir el nuevo modelo de relación, tratando de superar las tensiones sin desconectarse emocionalmente. Se empieza a pasar tiempo en pareja y tiempo por separado.
Se hace camino al andar: La fase práctica.
“Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender” Françoise Sagan.
Tal y como el niño comienza a andar y a disfrutar de tomar cierta distancia de la madre, la pareja en esta etapa comienza a poner en marcha la nueva forma de relacionarse.
Son momentos en los que la autoestima y los proyectos propios toman gran importancia. El mantenimiento del vínculo emocional es fundamental, ir redescubriéndose a uno mismo y a la par ir redescubriendo al otro (en lo que me gusta y en lo que no tanto).
Consejo: Mucha comunicación para alimentar el vínculo emocional y practicar la empatía para entender mejor en que momento de su vida se encuentra el otro.
Nuevas oportunidades: La fase del Acercamiento.
“El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.” Jorge Bucay
En la pareja una vez marcados los limites, se produce un nuevo acercamiento sin miedo de caer en una nueva fase de fusión o pérdida de uno mismo. En esta etapa las diferencias se suavizan, la negociación se torna más sencilla y el yo se diferencia del nosotros de un modo más natural.
Es una etapa de consolidación ya que de alguna manera es el momento en el que la pareja decide escoger este modo de vida con todo lo que esto conlleva, después de haber atravesado dificultades y haberse desarrollado como individuos.
Consejo: El apoyo mutuo y la búsqueda de proyectos comunes que nos apoyen en nuestra tarea de redescubrimiento y nos incentiven el día a día.
La Interdependencia mutua.
“El amor adulto es como el carbón, arde desde el interior y es difícil de apagar” Henry Ward Beecher.
Esta etapa suele ser la predominante cuando se llega a la madurez. La pareja entra en una fase de seguridad en el amor del otro, ambos han encontrado satisfacción en sus propias vidas y han construido una relación basada en el crecimiento más que en la necesidad. El vínculo se vuelve más profundo y satisfactorio para ambos.
Es la fase más recíproca de la pareja en este periodo “Lo que das al otro te lo das y lo que no le das te lo quitas”
Consejo: Mantenerse activos, no debe convertirse en estático, sino vivirse activamente.