Cada año fallecen en España alrededor de 2.000 bebés de muerte perinatal. Muchas de estas familias cuando se enfrentan a un nuevo embarazo lo transitan con culpa, miedo, angustia o necesitan más tiempo para vincularse con el bebé.
La labor del psicólogo es ayudar a los padres a disfrutar del nuevo nacimiento. “Que esto suceda dependerá en gran medida de si se dejó ir al bebé perdido. La pérdida de un hijo no se olvida, pero, en algún momento, uno necesita dejarlo ir para continuar con la vida. El hijo que llega necesita un espacio nuevo en la mente de sus padres, necesita de ilusión, de la opción de poder generar placer en su madre y en su familia”
Aquí os dejo mi colaboración con Diario EL PAÍS en su sección Mamás & Papás sobre los niños arcoiris.